Desde modestos hilos de agua que solo conocen los exploradores de lugares muy remotos hasta descomunales chorros como Wakulla, Manatee y Silver Springs, las 700 fuentes naturales de la Florida figuran entre las principales maravillas del mundo.
Bucear o hacer snorkel en los manantiales de la Florida es una sensación mística, un vuelo ingrávido por un jardín sumergido formado por un agua tan cristalina como un vidrio, formaciones rocosas cuan gnomos, peces que pasan con rapidez y ondulantes plantas acuáticas. “Son lugares mágicos que consuelan el alma”, dijo Margaret Ross Tolbert, quien ha buceado en los manantiales y los ha pintado durante casi tres décadas. En ellos encuentra un componente rejuvenecedor, tal vez semejante a aquella legendaria fuente de Ponce de León. “La experiencia de estar en un manantial se siente como una armonía extática”, dijo Tolbert. “En otros momentos de la vida a veces lo experimentamos, emocionalmente, espiritualmente, como si todo y todo el mundo palpitaran con la misma energía, fluidez y resplandor. Los manantiales son la experiencia, el modelo, la metáfora y ejemplificación de ese éxtasis”, dijo Tolbert.
Estos manantiales pueden ser desde modestos chorritos que solo conocen los exploradores de lugares muy remotos, hasta descomunales chorros como Wakulla, Manatee y Silver Springs, llamados “de primera magnitud” por el hecho que de ellos fluyen más de 65 millones galones de agua al día.
En muchos se puede nadar, hacer snorkel, bucear, tomar fotos, hacer camping y montar en canoa, recámaras o kayaks. El agua de estos manantiales se mantiene a una temperatura promedio constante de 72 grados. Los manantiales Silver Spring y Wakulla Spring ofrecen paseos en botes con fondo de vidrio. Muchos consideran que el manantial Rainbow cerca de Dunnellon es el más bello de los 33 de primera magnitud del estado, más que los de ningún otro estado y más de los que puede reclamar ningún otro país.
Una visita de unas pocas horas a estas burbujeantes maravillas de la Florida puede revelar una composición en vivo de la flora y la fauna. Entre las criaturas que se pueden ver con frecuencia están manatíes, nutrias, la sigilosa sirena mayor semejante a una anguila, tortugas cabezonas, pejelagarto de la Florida y tal vez algún caimán (¡que es mejor evitar!) Zostera marina, el delicado y pálido lirio araña y los señoriales cipreses calvos crean la variedad biológica que es parte tan importante del carácter de la Florida. Restaurar y preservar los manantiales y la vida en ellos es una de las metas de Tolbert. Hacerlo significa aprender sobre ellos desde perspectivas múltiples, uno de los propósitos de AquiFERious, dijo. “Me gustaría que las personas se sumergieran en el arte y las ideas que lo conforman y en la trayectoria del artista, igual que se sumergen en el manantial”, dijo Tolbert. “Me gustaría ese cambio de paradigma de considerar que ambos el arte y la ciencia iluminan la realidad, lo poético tal vez como la única manera de comprenderlo completamente”.
El acuífero Floridan
El nombre técnico de esta porosa piedra caliza debajo de la península de la Florida (de miles de pies de espesor en algunos puntos) es acuífero Floridan. Hace miles y miles de años, cuando la masa de tierra que es la Florida surgió del mar, la piedra caliza “atrapó” el agua de mar.
La piedra caliza expuesta recolecta agua dulce; debajo de esta capa de agua dulce, la roca contiene agua salada. A través de los años, la lluvia y el agua dulce comenzaron a formar túneles y cavidades y el agua se concentró en lo que terminaría por convertirse en un gigantesco reservorio. En algunas áreas donde la corteza es fina, el agua bulle hasta la superficie.
El resultado es más de 600 manantiales de agua dulce. Algunos son pequeños, de hecho casi imperceptibles, mientras que otros son lo suficientemente grandes como para bombear millones de galones de agua al día, suficiente para alimentar a un río importante. Los humanos primitivos se concentraban cerca de los manantiales, donde se alimentaban de mastodonte, mamut, perezoso terrestre, armadillo gigante y castor. Hoy en día, los buzos encuentran a veces huesos y colmillos, así como herramientas de la edad de piedra, que datan de esa edad remota.
La atracción turística “original”
En 1860, los primeros barcos de vapor resoplaban río arriba por el Ocklawaha y luego el Silver Run, que era alimentado por una de estas legendarias maravillas naturales de la Florida. A los turistas les encantaba observar los peces, las tortugas y las nutrias que nadaban por el agua fresca y cristalina. Casi dos décadas después, un iluminado y emprendedor señor llamado Hullman Jones puso a las criaturas un poco más cerca al instalar un vidrio en el fondo plano de una canoa. Gracias a este “bote con fondo de vidrio”, los visitantes sentían que prácticamente podían nadar con las criaturas que jugueteaban en el agua del río y del manantial. Silver Springs pronto se convirtió en una de las atracciones turísticas más populares de Estados Unidos. En 1916, se filmó ahí una película silente de Hollywood, “The Seven Swans”, pero no fue hasta las décadas de 1930 y 1940, cuando Johnny Weissmuller filmó la primera de las seis películas “Tarzán”, que el mundo en verdad se percató del lugar. Otras películas, entre ellas el clásico de horror, “The Creature from the Black Lagoon”, y la popular serie de televisión “Sea Hunt”, les siguieron.
En la actualidad, el encanto original de Silver Springs perdura. Los visitantes todavía se ponen en cola para hacer un paseo en un legendario bote con fondo de vidrio, y echan al agua kayaks y canoas en el cercano parque estatal Silver River para remar hasta la fuente del manantial.
Parques estatales de la Florida
Aunque algunos de los manantiales son de propiedad privada, en la Florida hay 15 parques estatales que preservan y protegen el acceso del público al acuífero. Ponce de Leon State Park en el noroeste de la Florida, tiene un manantial principal que produce todos los días 14 millones galones de tonificante agua a 68 grados de temperatura. ¡Zambullirse en esta “fuente de la juventud” al menos te va a garantizar que te sientas unos cuantos años más joven! Cerca de los pueblos de Suwannee y Fanning, Fanning Springs State Park, un centro de actividad que se encuentra por el remoto sendero Suwannee River Wilderness Trail, los manatíes vienen de visita con frecuencia desde la costa para aprovechar el agua que se mantiene a 72 grados el año corrido. Fanning Springs también es un lugar favorito para nadar por su agua de un azul intenso. El parque estatal Wes Skiles Peacock, localizado a unas 16 millas de Live Oak, la capital mundial de bucear en una cueva, cuenta con dos manantiales principales, un arroyo y seis sumideros, todos mantenidos en su condición natural. Con más de 28,000 pies de pasajes sumergidos, uno de los sistemas más largos de cuevas en Estados Unidos continental, este parque estatal es un punto de reunión de exploradores acuáticos.
Uno de los manantiales más largos, profundos y famosos de la Florida (gracias a una expedición de National Geographic hace unos años) es Edward Ball Wakulla Springs State Park, al sur de Tallahassee. El parque es un lugar popular para nadar por su plataforma de natación y su torre para tirarse. Los visitantes también pueden salir del parque en un paseo en bote por el río Wakulla.